El día que fui diseñador de producto
Cuando empecé a trabajar a mediados de los 90 en Macrom, aquella Fotomecánica de A Coruña, nunca me imaginé que acabaría montando mi propio estudio de diseño en Vigo, ni que trabajando en el departamento de marketing de una empresa diseñara un producto que se llegó a patentar en China. Y esta es la historia.
Llegué a Productos Koala a principios del año 2003, después de pasar varios años en la agencia de publicidad santiaguesa Luis Ferreira Asociados. Tras esos años de aprendizaje contínuo rodeado de grandes profesionales en Santiago, el viajar desde Vigo a Santiago todos los días me estaba quemando, de ahí que me aventurara a formar parte del equipo de marketing de Productos Koala.
Recuerdo la entrevista en Koala con el Sr. Moares (el responsable de marketing) en las recién estrenadas instalaciones de la empresa de Porriño, un hombre entrañable, y que un momento de la entrevista me preguntó “Si tuvieses que diseñar un cenicero, ¿podrías?”. Yo, un poco sorprendido por la pregunta, respondí con un “por supuesto”, al mismo tiempo que pensaba que si me pidiera diseñar otra cosa más compleja probablemente le diría que no, pero un cenicero! ¿quién dijo miedo?.
Productos Koala era una empresa dedicada, principalmente, a la fabricación, importación y distribución de material eléctrico y de ferretería que trabajaba con las principales cadenas de distribución. Además de sus productos de marca propia la empresa fabricaba la marca blanca para Carrefour en España, Portugal y también llegó a hacerlo en Grecia. También se servía para Hipercor, El Corte Inglés, MaxMat, marca propia en cadenas de ferretería, etc…
Durante algo más de 7 años trabajé diseñado packaging, catálogos, folletos, ofertas, displays,… y un largo etcétera de trabajos. Aprendí, como en todas las empresas en las que estuve, mucho y es algo que quiero aprovechar para destacar, trabajar para diferentes empresas es muy enriquecedor.
“A ver si se te ocurre alguna idea para diseñar un nuevo enrollador de cables” (El Briefing 😅)
En esos años, no recuerdo como ni quién –puede que fuera una sugerencia del gerente o el director comercial del momento, ya que tuvimos varios–, me dijero algo como: “A ver si se te ocurre alguna idea para diseñar un nuevo enrollador de cables”. Ya sabéis, esos “enrollacables” que todos tenemos en casa y que además albañiles, carpinteros y muchos profesionales utilizan a diario en su actividad profesional.
El problema de diseñar un producto
El primer problema con el que me encontré es que yo nunca había diseñado un producto, pero el reto estaba ahí y quise afrontarlo.
Al analizar el producto lo primero que me llamaba la atención y que me hacía preguntarme si sería posible hacer algo original es que todos eran prácticamente iguales. De hecho, muchos los fabricaba el mismo proveedor en China, así que podrías y puedes encontrarte el mismo producto en unas 10 marcas diferentes en el mercado. En diferentes colores, medidas y diámetros, pero todos “iguales».
La solución
Después de hacer bocetos y darle muchas vueltas al tema opté por algo a priori radical, pensé que si lo hacía cuadrado al menos iba a ser diferente a todos los que había. Empecé a plasmar con lápiz y papel ideas pero nada cuajaba, no encontraba el camino, hasta que un día lo vi claro. Lo tenía, y la solución –sí, soy un fanboy de la marca– me vino de parte un producto diseñado por Apple.
Y así, tomando como inspiración el diseño del PowerMac G4 fue como empecé a diseñar el nuevo enrollador de cables para Koala.
Pero tenía que buscar una justificación, es decir, diseñar es mucho más que hace algo bonito y que guste. Diseñar es solucionar problemas creativamente y que el diseño cumpla una función, es por ello que me puse a trabajar pensando en la siguiente premisa: ¿Qué beneficios le aporta ser cuadrado más allá del diseño innovador?. Por que, como le digo a los clientes, el diseño va más allá de la apariencia, tiene que tener un objetivo. El diseño es una herramienta que nos permite ir del problema a la solución. Y este caso –diseño de producto– era aún más importante entender a los usuarios y sus necesidades.
El diseño es una herramienta que nos permite ir del problema a la solución.
El producto
El producto decidí bautizarlo como The Reel Bear, en ese momento me gustó para presentar la idea. El juego sonoro de “Reel” con “Real” me gustó en su día y para la fase inicial de desarrollo estaba más que aceptable. La idea de añadir Bear fue porque teníamos un Koala como mascota de la empresa y, como les decía en la empresa, nos guste o no los Koalas son perezosos, frágiles,… y sí, son súper monos, pero no transmiten la fuerza que debía transmitir el producto.
Y así fue como nació el producto, un diseño que además de bonito disponía de múltiples ventajas en relación a lo existente en el mercado en ese momento. En The Reel Bear las patas serían abiertas, de modo que ofrecerían más resistencia al arrastre que un enrollador “tradicional”, además incorporarían una cubierta de goma para resistir mejor la tracción. Todos, todos,… aunque no se debe, tiramos del cable y, a su vez, este tira del enrollador, así que este diseño reducía esa tensión que podría dañar el producto. Las barras metálicas, además de formar parte de la sólida estructura, servirían de asas.
The Reel Bear incorporaría también un enrollador automático, tapas deslizantes y un disyuntor térmico de seguridad.
Un paso más
Trabajando en todo el proyecto se me ocurrió ir más allá y proporcionar más utilidad al producto: “Y si le añado más funcionalidades, y si consigo que tenga algo que no tienen los otros”
En mi afán de superarme decidí que tendría accesorios opcionales, para hacer más atractivo el producto y, para que cuando estuviera en el lineal de las grandes superficies un pequeño accesorio al lado del producto principal aumentara el importe del carrito de compra.
De este brainstorming surgió la bandeja porta accesorios y la linterna flexible:
- La linterna flexible: Una solución para cuando tienes que usar el taladro u otra herramienta en situaciones e poca o nula visiblidad. Con su brazo flexible puedes orientarla hacía donde desees.
- La bandeja porta accesorios: ¿Por qué llevar un enrollador en una mano y una caja con brocas, tornillos y tacos en otra mano si puede ir todo en el mismo lote? Dicho y hecho, la idea de que la bandeja se enganchara a las barras metálicas con un sistema a modo de clip a priori podría funcionar perfectamente.
El resultado final del proyecto
Presenté la idea a la dirección de la empresa y el entusiasmo fue muy grande. El diseño se patentó en China ya que en esos momentos teníamos fábrica allí. Patentarlo era imprescindible ya que aún con ese registro es complicado que no te fusilen el diseño a las primeras de cambio.
Pero lamentablemente, la empresa estaba regular y poco después adquirió la empresa un grupo francés que, después de quedarse con el negocio grande de Koala (la distribución a Carrefour de marca blanca) vendió todo a otra empresa española, yo “me fui” de Koala y fundé este Estudio de Diseño en Vigo, pero eso ya es otra historia.
Quién me lo iba a decir cuando empecé a trabaja que por un día sería diseñador de producto.
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